BARROCO
LISTADO DE VÍDEOS
1-2: Ejemplos de melodía acompañada.
3: Ejemplo de obertura
4. Ejemplo de recitativo
5. Ejemplo de aria y de virtuosismo vocal
6. Ejemplo de dueto
7. Ejemplo de coro
8. Ejemplo de ballet
9. Ejemplo de oratorio
10. Explicación del bajo continuo
11. Ejemplo de contrastes
12. Ejemplo de sonata barroca
13. Ejemplo de suite para instrumento solista
14. Ejemplo de suite para orquesta
15. Ejemplo de concierto solista
16. Ejemplo de concierto grosso
17. Ejemplo de ballet
1-2: Ejemplos de melodía acompañada.
3: Ejemplo de obertura
4. Ejemplo de recitativo
5. Ejemplo de aria y de virtuosismo vocal
6. Ejemplo de dueto
7. Ejemplo de coro
8. Ejemplo de ballet
9. Ejemplo de oratorio
10. Explicación del bajo continuo
11. Ejemplo de contrastes
12. Ejemplo de sonata barroca
13. Ejemplo de suite para instrumento solista
14. Ejemplo de suite para orquesta
15. Ejemplo de concierto solista
16. Ejemplo de concierto grosso
17. Ejemplo de ballet
Haz clic en la imagen para acceder a una selección de obras del Barroco
el bajo continuo

En la partitura de la viola de gamba vemos que debajo de cada nota aparecen unas cifras. Son los intervalos armónicos que deben rellenar el acompañamiento. Así, al do inicial debería añadirse la tercera y la quinta, es decir: mi y sol. Al sol, la quinta y la séptima. Etc.
Esa voz solista necesitaba de un soporte instrumental. Y ese soporte lo proporcionó el bajo continuo. Para este tipo de acompañamiento se escribían las notas fundamentales del bajo. Sobre esas notas, el instrumentista debía improvisar los acordes que completaran la armonía. Una serie de cifras escritas en la partitura servían de pista para el músico. A esta práctica se le llama bajo cifrado.
El bajo continuo acabó repartiéndose entre dos instrumentos: uno monofónico, como la viola da gamba o, más adelante, el violonchelo; y otro polifónico, como el laúd o el clave. El primero se encargaba de la línea de bajo, mientras que el segundo completaba la armonía con las restantes notas del acorde. El instrumentista podía improvisar e interpretarlo de muy diversas formas
elementos de la ópera
Obertura: introducción instrumental cargo de la orquesta.
Recitativos: mezcla de canto y habla que sirve a cada personaje para contar su historia y dialogar con el resto. No tiene una estructura fija, y la participación de la orquesta se reduce a un sencillo acompañamiento del bajo continuo.
Arias: canciones, melódicas y expresivas, con las que el personaje interrumpe la acción y expresa sus emociones.
Coros: Piezas para ser cantadas por un grupo numeroso de cantantes.
Danzas: Piezas para ser bailadas en determinadas escenas. Tienen su origen en la ópera francesa.